Mi amor, mi sol, el sentido de mi traza en este mundo...
Si te digo que no quiero nada de ti, es justamente porque hoy me di cuenta de que ¡Lo tengo todo!
En la banalidad de lo real:
Mi mundo comienza cuando amanece tu nombre en mi boca, y gira porque tú me das una razón para respirar cada mañana. No necesito nada, porque pedirte algo más seria como ir a ponerle quejas al sol, para mí basta con que existas, porque tu luz atraviesa la distancia tanto física como temporal. Tú haces brillar todo aquello que topa mis sentidos.
En lo demandante del espacio social:
No necesito nada porque por me basta con ser "TUYA" y saberte "MÍO" no necesito más certezas, contratos ni papeles, no me sirve de nada ningún otro reconocimiento, título o compromiso que aquel que se renueva cada vez que tu mirada me quema la piel y me tatúa tu marca en lo más profundo del alma.
Te amo, y no necesito nada, porque te amo sin juramentos ni ataduras, sin dudas ni cuestionamientos, sin paranoia, ni celos, ni miedo, porque dudar de ti sería como dejar de creer en mis ojos o pensar que mis brazos pueden traicionarme o que mi sangre podría un día escaparse de mi cuerpo. Te amo como amo la vida que corre por mis venas, creo en ti porque si respiro es en los confines de la realidad definida por tu existencia. No necesito nada porque en cuanto a mí respecta al devenir este "nosotros", quien solía ser un "tu" se fundió con mi antiguo y fallido "yo" para convertirnos en un infinito contenido e incluido en la intersección del mundo de lo nuestro.
En lo inefable de lo emocional:
Te amo, porque te amo y porque el tiempo detiene la eternidad en el segundo en que me encuentro en el reflejo de tus ojos. Si supiera que nuestro amor en esta tierra sólo tiene un segundo más de vida, igual habría decidido amarte porque un segundo a tu lado es para mí la completud del universo y porque el sólo hecho de amarte, me autoriza la arrogancia de retar la temporalidad de la humanidad de carne y hueso.
No necesito nada, porque no necesito más que el calor de tus manos en las mías, el aliento de tus besos en mi boca, el resonar de tus palabras en mi cuerpo y el latido de mi corazón dentro de tu pecho.
Te amo en la inconmensurable fertilidad de la nada que da origen y forma al infinito material del universo topológico, real e imaginario.
Te amo en la existencia que desafía a la muerte para dar rienda suelta al apetito insaciable del ser-en-el-mundo. Así mi amor es sujeto de lenguaje y significante del deseo de deseo, de la vida que se rebela ante la muerte para correr irrefrenablemente hacia la completud del vacío que cierra el contenido de su historia y permite que la mitología personal se escriba impresa al saciarse de la muerte.
Te amo en la temporalidad contingente de mi estúpida existencia en este mundo limitado, porque de tu mano olvido la limitación de mi condición humana y por tanto mortal y caduca para aventurarme a caminar por la cornisa y saltar hacia el abismo de la posibilidad de lo imposible y volar conjurada por tus labios.
Soy entonces mujer porque me entrego en el refugio de tu pecho, ahí donde puedo dejar caer mis párpados con tu sueño y me siento segura porque mi hogar está entre tus brazos.
Tuya, porque en el caer de cada noche, me doy cuenta de que podría morir por ti...
Mío, porque al amanecer de cada día, decido vivir para ti...
Nuestro, porque el amor es razón suficiente como para desafiar la inercia del universo en la certeza de que podemos volar porque juntos somos perfectos.
Te amo, por siempre y para toda la eternidad.
martes, 14 de junio de 2011
Soy
Mi sol, soy mujer porque tú me llamas "mi mujer"
Soy latido porque mi corazón vuela desesperadamente para alcanzar tus latidos
Soy piel porque mis sentidos se embriagan con tus besos
Soy palabra porque el verbo ser de mi existencia se conjuga en tu tiempo
Soy cuerpo porque tus manos hacen presencia de mis formas
Soy voz porque tus ansias alimentan mis gemidos
Soy significante porque habito en el intersticio de la discreción de tus sentidos
Soy pasión porque me arrebatas hasta caminar al filo de la muerte
Soy mito porque tu nombre se hace símbolo en mi historia
Soy esencia en el instante en que tus manos se entrelazan con las mías
Soy vida porque tus sensaciones se escriben en el entretejido de mis venas
Soy alma porque tu alma me ha llevado al infinito
Soy tuya porque solo soy si estoy contigo
Te amo
Soy latido porque mi corazón vuela desesperadamente para alcanzar tus latidos
Soy piel porque mis sentidos se embriagan con tus besos
Soy palabra porque el verbo ser de mi existencia se conjuga en tu tiempo
Soy cuerpo porque tus manos hacen presencia de mis formas
Soy voz porque tus ansias alimentan mis gemidos
Soy significante porque habito en el intersticio de la discreción de tus sentidos
Soy pasión porque me arrebatas hasta caminar al filo de la muerte
Soy mito porque tu nombre se hace símbolo en mi historia
Soy esencia en el instante en que tus manos se entrelazan con las mías
Soy vida porque tus sensaciones se escriben en el entretejido de mis venas
Soy alma porque tu alma me ha llevado al infinito
Soy tuya porque solo soy si estoy contigo
Te amo
miércoles, 3 de marzo de 2010
Mi sol!!!
Te escucho en el silencio del primer rayo de sol en la mañana,
te siento tatuado en la tibieza de mi piel,
te extraño en el viento que acaricia mis sentidos,
enredada en las palabras que están aún sin ser...
Me entrego en lo que queda de mi alma entre tus dedos,
subyugo mi deseo a los impulsos de tu estres,
soy tuya desafiando las leyes del destino,
amante posesiva del dueño de su ser.
Tan mío como sientes mi vida por tus venas,
dormida entre tus brazos me escapo del atardecer,
recuerdo el olor de la yerba mojada en mi vestido
y te beso en la pasion de un tabaco y un café.
MÍA
(22.02.10)
te siento tatuado en la tibieza de mi piel,
te extraño en el viento que acaricia mis sentidos,
enredada en las palabras que están aún sin ser...
Me entrego en lo que queda de mi alma entre tus dedos,
subyugo mi deseo a los impulsos de tu estres,
soy tuya desafiando las leyes del destino,
amante posesiva del dueño de su ser.
Tan mío como sientes mi vida por tus venas,
dormida entre tus brazos me escapo del atardecer,
recuerdo el olor de la yerba mojada en mi vestido
y te beso en la pasion de un tabaco y un café.
MÍA
(22.02.10)
jueves, 18 de febrero de 2010
IMPROMPTU
We had been flirting for some time now, and finally we were there, alone, totally and completely alone. I could hear my mind rising through my thoughts; What was I going to do? What?.
Suddenly the music stopped, and all around us the sun warmed our bodies, as a tread of light reflected on his hair. I went up to him and asked some casual question about how he felt, he looked into my eyes and there, for a moment I could feel the tenderness in his soul; so close we were that I could feel him breathing.
I knew then I had to kiss him, and I knew then this couldn't be. So I shook this feeling and laughed.
We talked about the most important things and we laughed at the least, we shared our fears, our doubts. His story sounded so much like mine, so familiar, so known. I felt he knew me, the real me, when his eyes fixed on mine I felt him looking at my bare soul; all the things I had hidden so well through the years, all the joy and also, all the pain.
I knew him too, this gentle soul, this wise kid that could guess the words behind my silence. So I made up my mind, nothing would ever happen, nothing more.
I told him so, and he agreed watching me closely, there we stayed knowing none of us would make the first move.
We can stay like this for hours, he said, and I laughed 'cause it was true.
Only that then, just when I was ready to take off, he got closer, touched my nose with his and slowly reached my lips; he was kissing me so gently it was like he wanted to feel only the warmth of my mouth. So I hesitated; what would happen if I kissed him back?
Time elapsed and then and there, I kissed him, I pressed my lips to his, cast my fears away and dragged him to me. I was scared but determined, his lips worked on mine leaving me defenseless, still, aroused, afraid.
Gathering up all my strength I hold him and kissed him desperately, he was shaking in my arms, his eyes almost closed, a look so sweet I melted into his embrace.
How far will we take this? I asked. As far as you want. He replied, and we did, we shared the heat of each other's passion, I gave myself completely trusting my being into his hands and he held me so tight our hearts were beating as one.
So tender, so sweet, so much we said while our lips explored our bodies. His hand gently stroked my hair and he held my head to press me into his chest. He kissed my ears, my cheeks, my forehead. Every single part of my body was been awakened by the brush of his lips, his hands.
Is this making love?, he asked. It couldn't be, I said. No fears, no games, no masks, no explanations, no commitments. Just a moment still in time, a moment to share and incredible human connection; an unreal thing, so unexpected and yet so comfortable. It was as if we had been doing it for years.
We cried and laughed, we said everything; over analyzing each look to come to the exact same conclusion; we were there and for that unique, exact moment, we were the only two people in the world.
We may never see each other again, he whispered; should we write to each other, I pleaded. I don't know, we said.
The light was gone and there, in his arms, I found happiness, I left my doubts and quiet my thoughts. I felt him and he was so mine, as I was his.
Love is eternal while it lasts.
Suddenly the music stopped, and all around us the sun warmed our bodies, as a tread of light reflected on his hair. I went up to him and asked some casual question about how he felt, he looked into my eyes and there, for a moment I could feel the tenderness in his soul; so close we were that I could feel him breathing.
I knew then I had to kiss him, and I knew then this couldn't be. So I shook this feeling and laughed.
We talked about the most important things and we laughed at the least, we shared our fears, our doubts. His story sounded so much like mine, so familiar, so known. I felt he knew me, the real me, when his eyes fixed on mine I felt him looking at my bare soul; all the things I had hidden so well through the years, all the joy and also, all the pain.
I knew him too, this gentle soul, this wise kid that could guess the words behind my silence. So I made up my mind, nothing would ever happen, nothing more.
I told him so, and he agreed watching me closely, there we stayed knowing none of us would make the first move.
We can stay like this for hours, he said, and I laughed 'cause it was true.
Only that then, just when I was ready to take off, he got closer, touched my nose with his and slowly reached my lips; he was kissing me so gently it was like he wanted to feel only the warmth of my mouth. So I hesitated; what would happen if I kissed him back?
Time elapsed and then and there, I kissed him, I pressed my lips to his, cast my fears away and dragged him to me. I was scared but determined, his lips worked on mine leaving me defenseless, still, aroused, afraid.
Gathering up all my strength I hold him and kissed him desperately, he was shaking in my arms, his eyes almost closed, a look so sweet I melted into his embrace.
How far will we take this? I asked. As far as you want. He replied, and we did, we shared the heat of each other's passion, I gave myself completely trusting my being into his hands and he held me so tight our hearts were beating as one.
So tender, so sweet, so much we said while our lips explored our bodies. His hand gently stroked my hair and he held my head to press me into his chest. He kissed my ears, my cheeks, my forehead. Every single part of my body was been awakened by the brush of his lips, his hands.
Is this making love?, he asked. It couldn't be, I said. No fears, no games, no masks, no explanations, no commitments. Just a moment still in time, a moment to share and incredible human connection; an unreal thing, so unexpected and yet so comfortable. It was as if we had been doing it for years.
We cried and laughed, we said everything; over analyzing each look to come to the exact same conclusion; we were there and for that unique, exact moment, we were the only two people in the world.
We may never see each other again, he whispered; should we write to each other, I pleaded. I don't know, we said.
The light was gone and there, in his arms, I found happiness, I left my doubts and quiet my thoughts. I felt him and he was so mine, as I was his.
Love is eternal while it lasts.
martes, 9 de febrero de 2010
A través del cristal
Al otro lado del cristal templado,
oscuro espejismo que acaso es verdad;
estiro la mano y me aferro a tu cuerpo
me duelen retazos de hielo al hablar.
Subtexto de todo lo que no fue dicho,
la sombra de un rito, una iglesia al azar,
un aro que rompe con todo contexto,
un triste tabaco y un poco de sal.
Te cuento que quiero correr a tus brazos
sentirte en las marcas que insisto en guardar
lanzarme al abismo de febril de tu cuerpo,
y ser solo tuya; mi infierno de paz.
Rasgadas al borde la piel de tus dedos,
me arrancan a pulso trocitos de afán,
fragmentos que imprimen mi piel de tu esencia,
si pides a gritos promesas de mar.
Por eso te pierdes si empiezo a acercarme,
no entiendes que solo me queda esperar,
mirar convencida pedazos de cielo
y ser sin quererlo acaso una más.
Desgarras las lunas que quedan de un sueño,
anuncias ya nunca volverme a encontrar,
como un torbellino que arrasa a su paso
borraste mis huellas de todo lugar.
Yo sé que te aterra entregarte a la vida,
pensé que podría enseñarte a volar
ya sólo me quedan palabras sin miedo,
y un par de bosquejos de Nunca Jamás.
MÍA
2.09.10
oscuro espejismo que acaso es verdad;
estiro la mano y me aferro a tu cuerpo
me duelen retazos de hielo al hablar.
Subtexto de todo lo que no fue dicho,
la sombra de un rito, una iglesia al azar,
un aro que rompe con todo contexto,
un triste tabaco y un poco de sal.
Te cuento que quiero correr a tus brazos
sentirte en las marcas que insisto en guardar
lanzarme al abismo de febril de tu cuerpo,
y ser solo tuya; mi infierno de paz.
Rasgadas al borde la piel de tus dedos,
me arrancan a pulso trocitos de afán,
fragmentos que imprimen mi piel de tu esencia,
si pides a gritos promesas de mar.
Por eso te pierdes si empiezo a acercarme,
no entiendes que solo me queda esperar,
mirar convencida pedazos de cielo
y ser sin quererlo acaso una más.
Desgarras las lunas que quedan de un sueño,
anuncias ya nunca volverme a encontrar,
como un torbellino que arrasa a su paso
borraste mis huellas de todo lugar.
Yo sé que te aterra entregarte a la vida,
pensé que podría enseñarte a volar
ya sólo me quedan palabras sin miedo,
y un par de bosquejos de Nunca Jamás.
MÍA
2.09.10
Que el amor sea eterno mientras dure…
Soy porque te amo, porque tiemblo entre tus brazos y me acarician tus palabras.
Quiero gritarle al mundo que soy tuya, que somos uno para el otro y que juntos respiramos. Habitamos, descubrimos e inventamos un lenguaje de decires que nos conciernen solo a nosotros.
Mi verdad se escribe en las líneas de tus ojos, imprimiste mi piel a punta de sentidos y ya no recuerdo como era mi vida sin tus manos. Me encuentro en tus palabras porque sólo entre tus versos me doy cuenta de que existo; ni siquiera sabía cuan perdida estaba hasta que reflejaste mis silencios. Mi hogar yace en tu pecho.
Te amo!
Tanto que me duele caminar sin tus latidos,
Te necesito aun cuando puedo estar sin que me toque tu mirada.
Puedo vivir sin ti? …
Tal vez, quizás? Quien sabe!!!….
No quiero averiguarlo, temo saber que puedo y que me une a ti mucho más que el aire que respiro de tu aliento…
No quiero!!!
Me rehúso absolutamente a descubrirme sin tus besos.
Estoy loca!
Lo consiento.
Loca porque me desato de la ley que me separa de tu cuerpo, loca porque decidí romper las ataduras que restringen nuestro mundo, loca porque mi realidad se simboliza apenas las palabras se deslizan de tu boca.
Si es que soy apasionada es porque me entrego a tu ternura, a la sutil manera de embriagarme con poemas y perderme entre caricias. Lo inefable de tu encanto me seduce en las promesas que suspiras a mi oído y si escucho cuando ya no estás conmigo es porque sé que te tomas la molestia de contarme entre la ausencia.
Dios! Pasan las horas como si el tiempo no existiera!.. Los minutos se adelantan a decirme que segundo tras segundo pierdo un poco de tu olor sobre mi almohada.
Tengo miedo!
En la sombra mi fantasma se hace eco de estas dudas y me grita desafiante que entregué más de la cuenta y que no debería abandonarme a tu distancia. Que he renunciado al sonido de mi nombre, a la ilusión de sociedad que me tenía prisionera y que al dejar el simulacro de una vida contagiada de apariencias y semblantes construidos me convertí en conspiradora desterrada de este escenario de cortezas.
Por eso arranco…
Quiero bajarme de este mundo.
Escabullirme entre las calles alejadas de tus cartas en mi mesa.
Será que aún me acechas?
Será que aún hay puentes que transiten el intersticio entre angustia y la tortura de mis lágrimas a gritos.
Será que aún me escuchas?
En mitad de la incertidumbre, rompe el sonido de mis pasos al rozar sobre la alfombra.
Escapo a ti, no sé alejarme de tus brazos.
A pesar de todo, estoy enredada en el mito de tu historia.
Estás al otro lado de la noche que marcó el inicio de este diario. Me sostengo en la certeza de que esa madrugada cambió nuestras vidas para siempre.
Así escribo en la memoria de tus manos confundidas con mis dedos y me conjuro en el vacío de mi todo entre tu falta... Aquí afuera te prometo que soy tuya para siempre o por siempre, mientras dure la inmutable eternidad de este amor que construimos.
Es allí donde te espero y donde cuento los instantes sin ser forma en tus relatos...Donde el todo se hace nada mientras sueño con deseos aruñados en tu cuerpo…
Quiero gritarle al mundo que soy tuya, que somos uno para el otro y que juntos respiramos. Habitamos, descubrimos e inventamos un lenguaje de decires que nos conciernen solo a nosotros.
Mi verdad se escribe en las líneas de tus ojos, imprimiste mi piel a punta de sentidos y ya no recuerdo como era mi vida sin tus manos. Me encuentro en tus palabras porque sólo entre tus versos me doy cuenta de que existo; ni siquiera sabía cuan perdida estaba hasta que reflejaste mis silencios. Mi hogar yace en tu pecho.
Te amo!
Tanto que me duele caminar sin tus latidos,
Te necesito aun cuando puedo estar sin que me toque tu mirada.
Puedo vivir sin ti? …
Tal vez, quizás? Quien sabe!!!….
No quiero averiguarlo, temo saber que puedo y que me une a ti mucho más que el aire que respiro de tu aliento…
No quiero!!!
Me rehúso absolutamente a descubrirme sin tus besos.
Estoy loca!
Lo consiento.
Loca porque me desato de la ley que me separa de tu cuerpo, loca porque decidí romper las ataduras que restringen nuestro mundo, loca porque mi realidad se simboliza apenas las palabras se deslizan de tu boca.
Si es que soy apasionada es porque me entrego a tu ternura, a la sutil manera de embriagarme con poemas y perderme entre caricias. Lo inefable de tu encanto me seduce en las promesas que suspiras a mi oído y si escucho cuando ya no estás conmigo es porque sé que te tomas la molestia de contarme entre la ausencia.
Dios! Pasan las horas como si el tiempo no existiera!.. Los minutos se adelantan a decirme que segundo tras segundo pierdo un poco de tu olor sobre mi almohada.
Tengo miedo!
En la sombra mi fantasma se hace eco de estas dudas y me grita desafiante que entregué más de la cuenta y que no debería abandonarme a tu distancia. Que he renunciado al sonido de mi nombre, a la ilusión de sociedad que me tenía prisionera y que al dejar el simulacro de una vida contagiada de apariencias y semblantes construidos me convertí en conspiradora desterrada de este escenario de cortezas.
Por eso arranco…
Quiero bajarme de este mundo.
Escabullirme entre las calles alejadas de tus cartas en mi mesa.
Será que aún me acechas?
Será que aún hay puentes que transiten el intersticio entre angustia y la tortura de mis lágrimas a gritos.
Será que aún me escuchas?
En mitad de la incertidumbre, rompe el sonido de mis pasos al rozar sobre la alfombra.
Escapo a ti, no sé alejarme de tus brazos.
A pesar de todo, estoy enredada en el mito de tu historia.
Estás al otro lado de la noche que marcó el inicio de este diario. Me sostengo en la certeza de que esa madrugada cambió nuestras vidas para siempre.
Así escribo en la memoria de tus manos confundidas con mis dedos y me conjuro en el vacío de mi todo entre tu falta... Aquí afuera te prometo que soy tuya para siempre o por siempre, mientras dure la inmutable eternidad de este amor que construimos.
Es allí donde te espero y donde cuento los instantes sin ser forma en tus relatos...Donde el todo se hace nada mientras sueño con deseos aruñados en tu cuerpo…
jueves, 23 de abril de 2009
Ten cuidado con lo que deseas!
Será la mala costumbre que tienen los sueños de convertirse en irrealidades…
De salto en tropiezo y de tumbo en traspié llegamos al instante inmisericorde de dejarlo atrás, de decirte o decirme; de decirnos o escuchar el ensordecedor silencio de la distancia que se había abierto entre los dos.
Separarnos es probablemente el peor acierto de mi estúpida cordura; dejarte ir me cuesta desde la voz hasta el aliento. Estoy segura de que ésta, es la decisión más difícil que he tenido que tomar en la vida.
Quién diría que esta travesura terminaría costándome tanto…
Aunque…no puedo mentirte, supongo que lo supe desde el primer momento; esa noche de hace más de un año me dejó la aterradora sospecha de que se me acabaron los disfraces, de que tú podías mirar a través de todas mis murallas, amenazabas con apoderarte de mis secretos y de pasito cargar con mi corazón.
Quizá en ese preciso instante, mi sentido de supervivencia debió haber disparado todas las alarmas, pero no. Decidí quedarme inmóvil, congelada entre tu boca y la pared, mientras toda mi energía se concentraba en respirar sin que al hacerlo me explotara el pecho.
Fuiste algo; perdón, alguien tan importante!!!
Pasaste de intrascendente a imprescindible en el parpadear de una mirada, con un solo movimiento remordiste casi todos mis sentidos y me arrastraste hacia tus brazos, perdida en la dimensión en donde existen los sueños.
En el instante infinito del parpadear fulminante de un beso, te encontré y me perdí, sojuzgada al pulsar de tu cuerpo.
Así me encontraba, perdida en la desmedida intimidad de nuestras convivencias, recurrentes transgresoras de la absoluta completud. Allí recurríamos a cuanto artificio pusiese articular la febril avaricia de robarle minutos al tiempo, de detener los relojes al doblar de las campanas que anunciaban al mundo que estábamos vivos porque existíamos juntos.
De salto en tropiezo y de tumbo en traspié llegamos al instante inmisericorde de dejarlo atrás, de decirte o decirme; de decirnos o escuchar el ensordecedor silencio de la distancia que se había abierto entre los dos.
Separarnos es probablemente el peor acierto de mi estúpida cordura; dejarte ir me cuesta desde la voz hasta el aliento. Estoy segura de que ésta, es la decisión más difícil que he tenido que tomar en la vida.
Quién diría que esta travesura terminaría costándome tanto…
Aunque…no puedo mentirte, supongo que lo supe desde el primer momento; esa noche de hace más de un año me dejó la aterradora sospecha de que se me acabaron los disfraces, de que tú podías mirar a través de todas mis murallas, amenazabas con apoderarte de mis secretos y de pasito cargar con mi corazón.
Quizá en ese preciso instante, mi sentido de supervivencia debió haber disparado todas las alarmas, pero no. Decidí quedarme inmóvil, congelada entre tu boca y la pared, mientras toda mi energía se concentraba en respirar sin que al hacerlo me explotara el pecho.
Fuiste algo; perdón, alguien tan importante!!!
Pasaste de intrascendente a imprescindible en el parpadear de una mirada, con un solo movimiento remordiste casi todos mis sentidos y me arrastraste hacia tus brazos, perdida en la dimensión en donde existen los sueños.
En el instante infinito del parpadear fulminante de un beso, te encontré y me perdí, sojuzgada al pulsar de tu cuerpo.
Así me encontraba, perdida en la desmedida intimidad de nuestras convivencias, recurrentes transgresoras de la absoluta completud. Allí recurríamos a cuanto artificio pusiese articular la febril avaricia de robarle minutos al tiempo, de detener los relojes al doblar de las campanas que anunciaban al mundo que estábamos vivos porque existíamos juntos.
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