"A veces aflora en mí la pregunta (imposible de responder)¿quién y qué soy yo, y cual es mi historia particular?" (IK)

martes, 14 de octubre de 2008

Tu intencion...

Poco a poco y entre líneas
voy perdiendo las mentiras,
borro a trazos tu intención
y me entiendo sin tu vida.

Te recuerdo un poco herida;
algo a tientas y encendida
de pasión por los momentos
de reproches que se olvidan.

Poco a poco mi alma es mía,
vuelve al cuerpo y te suspira;
baja cuadros y sonidos,
pinta el cielo sin tus días.

Cuelgo el marco de las sombras,
un poquito más perdida
pero dueña de mi nombre
que en tu boca me lastima.

Poco a poco la tormenta
va borrando tus caricias,
se despide el sol del tiempo
de abrazarte hasta dormida.

Entre sueños y nostalgias
se me muere la apatía,
y te escribo, poco a poco
dejo ir tu piel vacía.

Dice un café entre humo y poesía
que ya no grito en tus historias
ni te cuento en mis silencios;
que el amor es eterno, mientras viva.

MÍA
14.11.08

domingo, 17 de agosto de 2008

Otro jueves a las siete...

Sin casualidad ni acontecimientos, entre la aplastante cotidianidad de una rutina incolora y asfixiante; había pasado un año. Trescientos sesenta y cinco días de mirar la imagen de una extraña en el espejo, de reflejarme sin encontrar en esos rasgos parecido alguno con quién había sido la mujer en mi otra vida.

Un año de vivir sin existir, de ser sin estar, de pasar sin transcurrir, y de caminar a prisa para llegar a ningún lado.

-¡Un año!– Suspiró asombrada -¡Un año!!!-

-No existen los accidentes– repitió convencida, intentando dar forma a este nuevo rostro que debatía entre la que fue y aquella que nunca más será.

El tiempo había probado no ser el peor de sus enemigos; marcada en las líneas de su rostro llevaba la crueldad de su tristeza atravesada.

Aún no descubría el escondite de su risa, ahora cuando osaba traspasar el umbral de una sonrisa, se miraba a sí misma intentando replicar una forma; un sonido, algo que le diera sentido a la mueca congelada que; pese a todos sus esfuerzos, era lo único que lograba perfilar.

Era tan imposible como regresar en el tiempo, como respirar bajo el agua. Esa misma sensación de haber perdido el aire, de estar ahogándose por dentro sin que ningún otro habitante del planeta percibiera el cambio. Para ella era como si la atmósfera se hubiese quedado sin oxígeno.

-Tú y tu maldita manía de pensar que puedes vivir tu vida sin habitar en ella– dijo, medio triste y medio cansada de odiar tanto al único hombre que en realidad había amado.

Con los ojos llenos de lágrimas que se habían empeñado en no salir; empezó a desenrollar el último dibujo que él le había dado. Cómo pesaba el triste pergamino, cuán complicado era desanudar los lazos con los que ella misma se aseguró de que esa imagen, al menos esa, dejara de atormentarla.

Un doblez más y de abría del todo el paisaje a carboncillo que él había dibujado para ella.

-¡Ay corazón! que difícil me lo haces siempre todo. Desde amarte, hasta complicarme el dejarte ir- exhaló con un suspiro.

Hace tiempo ya que hablaba con su fantasma como si él estuviera junto a ella o amarrado a su cintura; casi al alcance de la punta de sus dedos, al filo de sus labios o quizá medio dormido en las orillas de su mente.

-Era mi dibujo, una idea de cómo se ve la felicidad, mis hilanderas de luna a las que tú les pusiste sombras; sacaste mi luz de tu oscuridad para componer en tus trazos nuestro retrato perfecto...-

Dejando a un lado la pintura, siguió hablando despacito, como si fuera él quien la escuchaba;

-Mi sol, por qué tienes la costumbre de hacerte la vida de cuadritos. ¿Por qué nos tienes tanto miedo???-

Quién diría que lo peor que le puede pasar a un hombre es que sus deseos se hagan realidad. Pobre de aquel mortal que se encuentra con aquello que siempre había soñado; de pié ante la imagen evocada de sus sueños sentirá el peligro de ser realmente amado por la mujer etérea que él adora, y no tendrá otra opción que emprender en retira lo más rápido posible. Después de todo para que ella se materialice entre sus brazos, él tendría que cambiar, crecer, hacerse cargo de su vida y convertirse en alguien un poquito más inmortal.

Puede ser que ella ya lo ame, pero ese hecho no solo que para él no es suficiente, sino que incluso puede llegar a ser aterrador.

Como le había confiado un amigo suyo; -¿Qué me pasa? No tengo ningún problema con acostarme con cualquiera, es más, para mí si es que llega a las 40 libras y con que cruce la calle sola, es suficiente- bromeaba- pero la sola idea de besar a esa chica de la que estoy enamorado… ¡Uy!!!... ¡Me paraliza!-

¿Será verdad? –pensó ella- Será que algunos hombres prefieren mantenerse lejos de la mujer que les mueve el piso, por pura y mediocre cobardía. ¿O será que esto solo te pasa a ti?

-A la final, quién corre en esta historia; ¿tú te alejaste o yo te empujé…?-

Morder tus labios...

Te convertiste en el caballero de mis noches,
y el ladrón de mis madrugadas;
la pasión entre tormentas
y el sabor que no se acaba.

Te perdí entre mil reproches
y ternuras que me faltan;
eres esa angustia antigua
que se advierte en la mirada.

Entre el sol de amaneceres
y otras tantas escapadas,
rompí el miedo a la inocencia
de entregarme sin dar nada.

Fue ese viernes a las siete,
lo esencial que desbocaba
mis promesas y tu angustia
en un beso sin palabras.

Tú que todo te parece
trascendente y que encontrabas
un amor en cada esquina,
y un adicto entre las sábanas.

Me enseñaste a ser coherente,
a secar tu piel mojada
con el fuego de mi boca
que en tu boca se abrasaba.

Fui contigo lava ardiente
tu mujer y tu alma esclava,
yo la sangre de tus venas,
tú la sombra de mi cama.

MÍA
17.08.08

PD: Esta es una suerte de sinfonía inconclusa....una historia que aun no sé como escribir.

domingo, 22 de junio de 2008

Perfectamente equivocada

Sigo sintiéndote, aún en medio de la paradoja infinita de mi desbocada terquedad, te llevo clavado en el alma. Tal vez es mi mala costumbre de volver a nuestros sitios, o quizás es la insignificante sensación de que toda la ciudad está impregnada de tus versos. Todo se llena con la imposible anticipación de una puerta que se entreabre, o una mesa que espera vacía al doblar de aquella esquina.
No entiendo bien por qué sigo conteniendo mil suspiros al cruzar los corredores de tu ausencia. Sé que te veré algún día con la misma facha desgarbada y la sonrisa suspendida en un latido. Empiezo a sospechar que aún a través de todos los obstáculos que pusiste en el camino, y pese a ti mismo; nuestros corazones aun laten al unísono por ninguna otra razón que la simplicidad absoluta de la armonía del universo. Somos porque fuimos, y estamos-en-el-mundo para estar juntos.

Puede ser un delirio de certeza, pero me arriesgo a sostenerla; creo en ti como en el aire que respiro, como en el sol que despierta mi piel por las mañanas y me dice que te espere.
Tú resuelves la única interrogante que me importa. En la intersección de tus sentidos y los míos te apropias de mi alma y de mi cuerpo; de pronto soy una, un ser completo porque me reflejo en tu mirada.
Lo siento! Sé que me arrastra la minúscula esperanza de ser capaz de detener el tiempo y volver a mi espacio en tus palabras.
El silencio me aturde demasiado. Aunque ajena a mis sentidos, escucho el rumor de una multitud de voces que me hablan; camino, sonrió, respondo y entro distraída en una sociedad llena de gente, de bultos apilados o entes complacientes que se embriagan con conversaciones vanas.
Entonces, como tú, me vuelvo indiferente y le pido al cielo que confunda mis partículas con el color de las paredes. Sin ti, soy invisible porque no me interesa ser familiar de un mundo extraño.

Ando en plan de un muerto cuya vida se niega a desprenderse de sus venas y vago por los rincones intentando alcanzar mi propia muerte.
Estática o pasmada en el segundo contenido de nuestro último beso, dejo que la añoranza me torture para volver a sentirme viva. No puedo creer que te hayas ido!!!

Consciente con la culpa que carcome cada uno de mis trazos, sé que fui yo quien decidió dejarte ir, e incluso reconozco mi crueldad en tu resentimiento. Me duele cada gesto con que desprecié la sinceridad de tus batallas, y me arrepiento de mi arrogancia; no debí, no quería, no era yo la que se empeñó en gritar a los cuatro vientos que ya no me importabas. Me dejé ganar por el miedo de perderte.
Somos más parecidos de lo que pensaba, yo tampoco tengo mucha tolerancia a la frustración y me cansé de arriesgar sin pedir nada.
Reconozco que fui cobarde, y que al escapar de ti dejé abandonada la esencia de mi alma. Lo siento! No sé si me asustaba más no estar segura de tu amor, o lo mucho que te amo.

Ahora entiendo que mis dudas, fueron siempre solo mías. Tú tenías más seguro el corazón que yo la cabeza.
Te juro que lo intenté, quise entenderte cuando tú me sentías, quise descifrar los silencios cuando entre tú y yo no hacen falta las palabras, quise que me obligaras a ser tuya cuando siempre fuiste mío. Lamento haber oído y no escuchado cuando me llamabas: “Mujer mía!”
Y… que quieres que te diga; la regué y metiste la pata. Estamos aquí, orgullosos habitantes de la convencionalidad, refugiados cada uno en su propio amor perfectamente equivocado.
MÌA
22.06.08

martes, 17 de junio de 2008

Lo pendiente

Hasta ahora he comprendido
el contenido de tu ausencia,
la alegoría de tu vida
y de tu marca en lo inconsciente.

Me condené a mi propio infierno
entre trapos con tu esencia,
fotos tuyas, sombras mías
y esos libros que te sienten.

Y completa el escenario
con anónimas mentiras,
tras versiones anudadas
por los íncubos de en frente.

Siempre supe tu secreto
pero nunca lo entendía,
temes tanto a tus certezas
que reprimes y te mientes.

Es tan fácil perder todo,
tú construyes cercanías
para luego derribarlas;
miedo cruel e incongruente.

Pasas del amor al odio,
no defiendes ni escatimas,
la crueldad de tus palabras,
matas antes que te olviden.

Yo por ti lo arriesgué todo
y aunque pienses que mentía,
algún día nuestra historia
cambiará de piel tu mente.

MÌA
17.06.08

domingo, 8 de junio de 2008

Mi mal de amores

Escuché en alguna parte que las historias de amor siempre hablan de dos personas que se enamoran, y de cómo termina o comienza su aventura. Pero que nadie hace películas que retraten a quienes como yo, nos enamoramos solas. Será verdad que no se habla de los amores no correspondidos?...


Puede ser. Últimamente parece que esas son las únicas historias que escucho, como si una avalancha de rompimientos, decepciones, frustraciones y mentiras hubiera decidido caerme encima. Todas mis amigas tienen un nombre que al pronunciarlo, inevitablemente las desborda en llanto.

Dios los cría y ellos, o en este caso, ellas se juntan. Cierto?

Pues, esa fue siempre mi historia hasta el día en que te conocí. El nuestro fue un amor de dos, me enamoré contigo y me apasioné de ti, cambiaste mi vida y revolviste mi mundo. Lástima que ahora, esa sea una más de las anécdotas que, con suerte, la gente ya habrá olvidado.

miércoles, 14 de mayo de 2008

El espejo oscuro

El fantasma de aquel seductor;
que secuestra miradas ajenas;
contrapone su piel a mi cuerpo
y me enseña el placer del dolor.

Me derribas a fuerza de besos,
delirante tortura en tu boca,
el sabor de tu sangre en mis labios
marca un rito de piel y adicción.

La contingencia pregunta discreta
por premisas que dejan dudar
de la muerte que expira en tus brazos,
y aniquila la ley del censor.

De tu mano me entrego al abismo
del espejo detrás del cristal,
me aventuro a retar tu destino;
en tus huellas marqué mi obsesión.

Parpadea el discurso en sentidos,
tu certeza y la angustia de amar
trazos rotos de un sueño perdido,
mil pedazos de un día sin sol.

Como Alicia traspaso el reflejo,
persiguiendo tus juegos de azar,
hasta el hueco enconado en el suelo
donde el mundo es de un solo color.

Atrapada en mis propios prejuicios
conjuré mil promesas y un mar
de aforismos, tu nombre en el viento
sin respuesta, y yo muero de amor.

MÍA
13.04.08

martes, 29 de abril de 2008

Donde comienzan los sueños

Te espero en el impulso
donde comienzan los sueños,
donde nacen las tormentas
y se escriben los recuerdos.

Te entrego mi destino
entre gritos y silencios,
entre códigos que anudan
la eternidad en un momento.

Te miro desde lejos
como quien roba un encuentro,
como si las madrugadas
no me hablaran de tus besos.

Te llamo pese al miedo
sin escusas ni pretextos,
sin decirte que la angustia
me consume hasta los huesos.

Te escribo casi humano,
el peor de mis tormentos,
la mayor de mis certezas;
el amor que muerde lento.

Te leo en los resquicios
que arrancas de tu cuerpo,
y que imprimes en las trazas
ausentes de tus cuentos.

Te siento a pesar mío,
y es que aún te llevo dentro;
todavía me desarmas,
tú y tu ausencia, yo y mi tiempo.

MÍA
25.04.08

jueves, 17 de abril de 2008

La alevosía de tu amor

La alevosía de tu amor me retumba en las entrañas. Me mueve a llamarte y busca evidencia de que aún respiras.

No soy capaz de cotejar tu realidad con mi fantasía, te amo todos los segundos que se alargan en tu ausencia. Y sin embargo, no quiero verte, o talvez no puedo…

Sé que el momento en que me choque la distancia entre nuestros cuerpos, el mundo, mi mundo habrá cambiado y una parte de mi ser exhalará un suspiro para lanzarse al abismo.

Soy más que nadie, la romántica incurable que cree en las canciones corta-venas, y es justamente esa ingenuidad la que me ataca con uñas y dientes cuando quiero darme cuenta de que me faltas.

No es rudeza de mi parte, ni siquiera ceguera encaprichada. Tampoco empeño, aunque no quiero, no puedo entregarme al masoquismo de gozar llorándote; no me da la piel para enterrarte.

Creo que el conocimiento se limita a una teoría de mi vida ante la cual me niego a darme cuenta.

Soy tuya, sin complejos ni ataduras. Me entrego voluntariamente a un amor sin condición o cercanías. Los límites de lo convencional, de todas formas, nunca me fueron suficientes. No encuentro razón alguna que justifique el renunciamiento, ya que pase lo que pase, nos llevamos demasiado adentro como para pretender que es casi nada.

MÍA
17.04.08

martes, 8 de abril de 2008

La ligera irrealidad de mi vida...

Poco a poco el cielo va cambiando, como si las nubes hubieran terminado su visita y decidieran despedirse, tan lentamente que nadie note su ausencia.

Apenas si sopla el viento y una suave brisa pasa jugueteando por mis cabellos. Llegó el día, finalmente amaneció y aunque no era cierto para todas las madrugadas; este es en realidad el primer día del resto de mi vida.

No sé cuanto tiempo pasó para llegar a este momento. Hace rato que ya perdí la cuenta de las noches, los atardeceres y las mañanas luchando por levantarme, llorando con cada sombra que se esconde detrás de la pared y entregándome de corazón abierto a sentir tu sufrimiento, o quizás a vivir mis sentimientos. Quien sabe…

Lo único que importa es que ya pasó, ya fuiste. Por primera vez desde que recuerdo, ya no me duele tu ausencia. Aprendí a respirar sin tu aliento en mis latidos, dejé de morderme los labios para sentir tu boca y comprendí que hay algunas historias para las cuáles el amor jamás fué suficiente.

Eres y siempre serás, la ligera irrealidad de mi vida.

MÍA
8.04.08

martes, 1 de abril de 2008

Charquito de agua lluvia...

¿Por qué debe ser alguien y no nadie?
¿Por qué mis labios buscan tu boca?
Por qué no puedo odiar el abismo
del fantasma que me toca.

¿Por qué sueño que me miente
el sabor de tus palabras?
Por qué vivo en el momento
que apareces en las sombras.

Por qué el mundo se detiene
en los acordes de una nota,
que gotea en el charquito
de mi vida en agua lluvia.

Por qué el tiempo te retiene
para hablarte de mi angustia,
del poder que tu recuerdo
marca aún sobre mi historia.

Por qué aún siento que me enciende
de pasión, cruel tu memoria;
y entreteje en tus escritos
los sentidos de mi falta.

¿Por qué muero cada tarde?
Por qué el sol en mi ventana
cambia el clima de mis ojos,
tempestad de sal amarga.

Por qué inscribo en tu inconsciente
luz de luna y madrugada,
por qué grito en tu silencio,
que este amor te va en el alma.

MÍA
1.04.08

jueves, 14 de febrero de 2008

Mi encuentro con lo ominoso

Pese a que un día
morí por ti,
aún existo.

Sin ti y conmigo,
aún respiro.

Maldita sea mi suerte,
cada quien muere
su propia muerte.

Certeza absoluta

Desde el rincón oscuro
de la luna llena,
siento la lluvia
correr por mi piel.

Dejo de ser
para encontrarte
en mis sueños,
certeza absoluta
que temo entender.

Igualo los trazos
de historias ajenas,
dejo la angustia
que arruga un papel.

Dejo de ver
ese miedo a perderte,
y siento tu cuerpo
gritar de placer.

Se que jamás
veré el sol como el día
que despertaste en mi cama
y a través de tus ojos
miré amanecer.

Dejo vencer
el horror de entregarte
mis peores demonios
de un solo doblez.

Mientras discurro
consume el silencio,
lo que en pesadillas
llorando entre excusas
quise explicarte y dudé.

Dejo caer
mi razón para amarte,
dejo mi mundo
no hay nada que hacer.

En este momento
comienza mi vida,
me escribo en tu historia,
me arriesgo a creer,
devengo palabra
y soy, tu mujer.

Maya
14.02.08

jueves, 31 de enero de 2008

Dependo de ti

Dependo de ti,
porque mi alma pedía el deseo incompleto,
porque tú eres la sombra que rompe mi espejo.

Dependo de ti,
porque tú eres mi luz y mi espectro,
inconcluso mi todo en la nada se esconde el silencio.

Dependo de ti,
porque la lluvia protege tus pasos
y me toma la mano para llevarme al rincón de tu espacio.

Dependo de ti,
porque cuelgo extasiada de cada momento,
porque mis labios son dulces cuando se funden mi piel y tus dedos.

Dependo de ti,
porque el mundo es azul a través de tus ojos,
y si gira es por darle a mi boca tu sangre entre besos.

Dependo de ti,
porque las palabras me inventan un rito
que me sirve tan sólo para explicar nuestra historia entre versos.

Dependo de ti,
porque necesito tu voz en silencio,
y tu aliento es la única forma de ser lo que siento.

Dependo de ti,
porque sueño con refugiarme en tus brazos;
porque la ternura se viste ropajes de caballero de infiernos.

Dependo de ti,
porque respiro al calor de tus pasos,
porque late mi ritmo al tono de un par de conciertos.

Dependo de ti,
porque tu crueldad perfora mi pecho,
y me muerde los labios al vibrar de dos cuerpos.

Dependo de ti,
porque juntos el mar es eterno,
y mi abismo se llena de cielos abiertos.
Maya
31.01.08

lunes, 28 de enero de 2008

Hoy luna pena

La noche luna va hecha de penas;
abismo oscuro de soledad;
¿A quien el cuento de mi tristeza?
…Sangran mis labios al despertar.

Entre las sábanas arde y confiesa
tu nombre en sueños de ingenuidad,
creo encontrarme sin tu certeza;
hilo las nubes, salto a intentar.

Secar tu llanto, sentir que pesa
de pura angustia tu frialdad;
¿A quien le digo que eres mi esencia,
que te he entregado mi eternidad?

Rompe el silencio una nota vieja,
que escapa al viento sin ocultar
de donde vienen esas callejas,
que traen los mitos de tu mirar.

De tu destino yo salgo ilesa;
corre una lágrima al desgarrar.
¿A quien le explico que yo soy esa
que te ama y muere por tu verdad?

Yo lo he intentado hasta la inconsciencia;
grito tu signo sin importar
que todos sepan lo que ellos callan:
que yo soy ¡Tuya y de nadie más!

No quiero vida perderte en calma,
hacerte historia y dejarte atrás;
no existen versos que entre palabras
llenen mis manos si tú te vas.

MAYA
28.01.08