"A veces aflora en mí la pregunta (imposible de responder)¿quién y qué soy yo, y cual es mi historia particular?" (IK)

martes, 29 de abril de 2008

Donde comienzan los sueños

Te espero en el impulso
donde comienzan los sueños,
donde nacen las tormentas
y se escriben los recuerdos.

Te entrego mi destino
entre gritos y silencios,
entre códigos que anudan
la eternidad en un momento.

Te miro desde lejos
como quien roba un encuentro,
como si las madrugadas
no me hablaran de tus besos.

Te llamo pese al miedo
sin escusas ni pretextos,
sin decirte que la angustia
me consume hasta los huesos.

Te escribo casi humano,
el peor de mis tormentos,
la mayor de mis certezas;
el amor que muerde lento.

Te leo en los resquicios
que arrancas de tu cuerpo,
y que imprimes en las trazas
ausentes de tus cuentos.

Te siento a pesar mío,
y es que aún te llevo dentro;
todavía me desarmas,
tú y tu ausencia, yo y mi tiempo.

MÍA
25.04.08

jueves, 17 de abril de 2008

La alevosía de tu amor

La alevosía de tu amor me retumba en las entrañas. Me mueve a llamarte y busca evidencia de que aún respiras.

No soy capaz de cotejar tu realidad con mi fantasía, te amo todos los segundos que se alargan en tu ausencia. Y sin embargo, no quiero verte, o talvez no puedo…

Sé que el momento en que me choque la distancia entre nuestros cuerpos, el mundo, mi mundo habrá cambiado y una parte de mi ser exhalará un suspiro para lanzarse al abismo.

Soy más que nadie, la romántica incurable que cree en las canciones corta-venas, y es justamente esa ingenuidad la que me ataca con uñas y dientes cuando quiero darme cuenta de que me faltas.

No es rudeza de mi parte, ni siquiera ceguera encaprichada. Tampoco empeño, aunque no quiero, no puedo entregarme al masoquismo de gozar llorándote; no me da la piel para enterrarte.

Creo que el conocimiento se limita a una teoría de mi vida ante la cual me niego a darme cuenta.

Soy tuya, sin complejos ni ataduras. Me entrego voluntariamente a un amor sin condición o cercanías. Los límites de lo convencional, de todas formas, nunca me fueron suficientes. No encuentro razón alguna que justifique el renunciamiento, ya que pase lo que pase, nos llevamos demasiado adentro como para pretender que es casi nada.

MÍA
17.04.08

martes, 8 de abril de 2008

La ligera irrealidad de mi vida...

Poco a poco el cielo va cambiando, como si las nubes hubieran terminado su visita y decidieran despedirse, tan lentamente que nadie note su ausencia.

Apenas si sopla el viento y una suave brisa pasa jugueteando por mis cabellos. Llegó el día, finalmente amaneció y aunque no era cierto para todas las madrugadas; este es en realidad el primer día del resto de mi vida.

No sé cuanto tiempo pasó para llegar a este momento. Hace rato que ya perdí la cuenta de las noches, los atardeceres y las mañanas luchando por levantarme, llorando con cada sombra que se esconde detrás de la pared y entregándome de corazón abierto a sentir tu sufrimiento, o quizás a vivir mis sentimientos. Quien sabe…

Lo único que importa es que ya pasó, ya fuiste. Por primera vez desde que recuerdo, ya no me duele tu ausencia. Aprendí a respirar sin tu aliento en mis latidos, dejé de morderme los labios para sentir tu boca y comprendí que hay algunas historias para las cuáles el amor jamás fué suficiente.

Eres y siempre serás, la ligera irrealidad de mi vida.

MÍA
8.04.08

martes, 1 de abril de 2008

Charquito de agua lluvia...

¿Por qué debe ser alguien y no nadie?
¿Por qué mis labios buscan tu boca?
Por qué no puedo odiar el abismo
del fantasma que me toca.

¿Por qué sueño que me miente
el sabor de tus palabras?
Por qué vivo en el momento
que apareces en las sombras.

Por qué el mundo se detiene
en los acordes de una nota,
que gotea en el charquito
de mi vida en agua lluvia.

Por qué el tiempo te retiene
para hablarte de mi angustia,
del poder que tu recuerdo
marca aún sobre mi historia.

Por qué aún siento que me enciende
de pasión, cruel tu memoria;
y entreteje en tus escritos
los sentidos de mi falta.

¿Por qué muero cada tarde?
Por qué el sol en mi ventana
cambia el clima de mis ojos,
tempestad de sal amarga.

Por qué inscribo en tu inconsciente
luz de luna y madrugada,
por qué grito en tu silencio,
que este amor te va en el alma.

MÍA
1.04.08